Mikel Sánchez, el Doctor que trata a Lafita

Mikel Sánchez. Foto: abc

Los zaragocistas en general y los lafitistas en particular seguimos atentos a la evolución de la lesión de Ángel Lafita, esa tendinopatía rotuliana que le estaba haciendo sufrir y que le ha obligado a adoptar la firme decisión de ponerse en manos de un doctor especializado en ese tipo de dolencias, Mikel Sánchez, reconocido en el ámbito deportivo por haber tratado a varios deportistas de élite.

Hemos recibido de uno de nuestros peñistas el enlace a una entrevista publicada recientemente en abc en la que podemos corroborar que Ángel se encuentra en las mejores manos, tres han sido las sesiones de inyección de plasma y la evolución es buena habiendo comenzado Ángel esta semana, dentro del proceso de rehabilitación, a ejercitar carrera contínua. 

Lo idóneo es ser precavido e ir paso a paso sin arriesgar para que la sanación sea completa y si es posible colaborar con el equipo en el último tramo de competición.

Artículo de José Carlos Carabias en ABC de 26/02/11

Hasta su consulta peregrinan deportistas de renombre mundial desde que desarrollara el plasma rico en factores de crecimiento, método revolucionario para el tratamiento de lesiones

La operación de Joseba Beloki después de su terrible caída en el Tour 2003 lo colocó en el mapa. Y la visita de Rafa Nadal, desesperado por sus rodillas, lo catapultó a la fama. Pero a Míkel Sánchez, médico vitoriano de 55 años, no parecen interesarle los focos. Ha patentado un método que ha revolucionado la recuperación de las lesiones de los deportistas por su rapidez, el plasma rico en factores de crecimiento, y su consulta se ha convertido en un lugar de peregrinación. El último reconocimiento que ha recibido es el premio de la Fundación Mapfre de Investigación. Durante la entrevista con ABC, se alejó de la imagen del doctor milagro.

—¿Qué tiene usted?

—Nada que no tengan otros médicos. Con Eduardo Anitua desarrollé la técnica del factor de crecimiento regenerador de los tejidos hace varios años y he cobrado notoriedad por la Prensa y algunos deportistas.

—¿Cómo podría explicar esa técnica en síntesis?

—Cuando se produce una lesión, una herida, las células saben que deben repararlo. Y hay señales que indican cómo hacerlo, las proteínas del factor de crecimiento. Nosotros hemos juntado todas esas proteínas en ese lugar y se ponen a trabajar. Y saben cuando tienen que parar. Eduardo Anitua consiguió aplicar ese plasma autólogo sin añadir elementos extraños y lo convirtió en pequeñas dosis.

—¿Cómo se resolvió el conflicto con la Agencia Mundial Antidopaje (AMA)? La sangre siempre es un tema complejo en la recuperación deportiva…

—Sí. Entre comillas, nosotros manipulamos la sangre, pero lejos de la extracciones y reinfusiones de sangre, quitamos los glóbulos rojos y los blancos y nos quedamos con las plaquetas. Lo preguntamos al AMA y era un sistema dopante si se aplicaba en el músculo, pero no en los tendones y los ligamentos si antes se pedía permiso. Veinte expertos del AMA se reunieron en mayo de 2010 y decidieron que no era dopaje. Nuestra técnica no mejora el rendimiento: cura más rápido al paciente.

—¿Y funciona en todos?

—En el 20 o el 30 por ciento no funciona. Si dos personas toman el sol al mismo tiempo, los dos no se ponen igual de morenos. Esto es igual.

—¿No le han copiado?

Han salido más de treinta fabricantes de plasma. El producto no es el mismo y no en todos funciona.

—Es como haber dado con la fórmula de la Coca-Cola…

—En cierta forma, sí. Pero no hemos inventado nada. Todo lo hace el cuerpo humano. El hueso sabe cómo curarse solo. Hemos optimizado los recursos de recuperación y copiado a la naturaleza.

—Usted se formó en Francia. ¿Influyó en algo el país vecino?

—Estudié en la Universidad de Burdeos y la formación francesa fomenta mucho la investigación.

—¿Hubo un antes y un después de Nadal para usted?

—Para la Prensa, no para mí. Tuve más reconocimiento público y empezaron a llamarme doctor milagro. Yo no soy ningún doctor milagro.

—Al tenista ya no le machacan las rodillas. ¿Se siente partícipe de sus éxitos?

—Yo solo apliqué un tratamiento. Lo excepcional es su biología y su fuerza de voluntad para el trabajo.

—¿Qué opina de los médicos estrella relacionados con el dopaje?

—Si es verdad todo lo que se dice sobre algunos, dejan de ser médicos para ser tramposos. Igual que un banquero que roba o un político que engaña. La medicina consiste en aliviar el dolor de las personas.

—¿Por eso se hizo usted médico?

— Sentía fascinación por el cuerpo humano. Me preguntaba de qué estaban hechas, las personas… Por qué se movían, cómo eran sus células.

—¿Ahora se lo toma como negocio?

—No. Soy un pésimo negociante. La medicina es mi pasión. Estamos solo en el inicio de la era de la biología en la traumatología.

—¿Se acuerda de su primer paciente del plasma rico en factor de crecimiento?

—Es a la que estoy más agradecido. Se llamaba Petra, una señora de Vitoria, que tenía una prótesis en la rodilla que se complicó con una necrosis. Ni ella ni nosotros sabíamos si iba a funcionar. Y confió en nosotros.—¿Su primer paciente-estrella fue Beloki?

—No. Fue Chicho Sibilio, que se operó del menisco cuando jugaba en el TAU. No recuerdo bien, pero creo que al primer deportista al que le aplicamos el factor de crecimiento fue Calderón (el NBA), cuando jugaba en Vitoria. Después estuvieron Oberto, Scola, y alguno más, y después Beloki.

—Navas, Nadal, los futbolistas del Barça, Laiseka, Bailey, Splitter… Los famosos hacen cola para ir a su consulta.

—Ahora estoy con Lafita, pero a los jugadores del Barça los trata el doctor Cugat, que aplica el mismo tratamiento.

Publicado el 23 marzo 2011 en Crónicas y etiquetado en , , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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